Si eres de los que piensa que con pequeñas acciones se pueden lograr soluciones, no estás equivocado.

Aunque es evidente que los grandes desafíos ambientales requieren la movilización de los gobiernos y los sectores, las acciones individuales son claves en la lucha contra problemas como aumento de los residuos en el planeta. Aquí te contamos cómo empezar:

¿Pajilla? No, gracias.

Partamos de algo: las pajillas no son necesarios pero sí generan una gran cantidad de residuos plásticos para el planeta. Las pajillas se desechan rápidamente, no se descomponen y no se reciclan. Vale la pena pensarlo dos veces la próxima vez que nos pregunten si queremos una en nuestra bebida.

1.-Evita las envolturas plásticas para los alimentos.

Si hay algo que desechamos pronto son las envolturas plásticas. Por eso evita empaques innecesarias como las que se ofrecen para algunas frutas y prefiere su envoltura natural. Lleva tus alimentos en recipientes reutilizables y pide empaques amigables con el planeta para la comida que quieras llevar.

2.-Prefiere el vidrio que el plástico.

Un recipiente de vidrio es 100% reciclable y se puede reciclar cuantas veces se quiera, razón suficiente para preferir este material sobre el plástico. Además para producir botellas con vidrio con vidrio reciclado se utiliza 25% menos de energía. La mayoría de bebidas incluyendo el agua embotellada ofrece opciones en empaques de vidrio y no es difícil encontrarlas.

3.-Usa bolsas reutilizables para las compras.

Cada minuto, más de dos millones de bolsas se usan en el mundo. Cada una tiene una vida útil de 20 minutos en promedio y apenas 5% son recicladas. La gran mayoría termina en los ríos y en los océanos. Y pueden llegar a durar cientos de años en descomponerse. No olvides tu bolsa reciclable para la próxima compra.

4.-Separa tus residuos.

Reciclar es la manera más efectiva, fácil y económica de reducir la producción de residuos. Es sencillo y está en tus manos. Empieza por reducir los desechos desde el momento de las compras, luego busca reutilizar al máximo y no olvides separar antes de sacar los residuos de casa.

5.- Repara los daños.

Hay pocas cosas que no tienen arreglo así que si algo empieza a fallar, olvida el verbo desechar y busca un buen reparador que pueda solucionar el problema. Si el producto ya no cumple tus necesidades, dónalo a alguien que le pueda interesar.

Fuente: wwf.panda.org